El Sapo Sumergido... Esta portada me ha hecho gracia.



Estos son los dos libros de septiembre:

Parece muy curioso, pero este mes, mis dos libros han sido dos obras de las que se pueden clasificar como "masculinas", aunque para mi eso no tiene mucha importancia. La primera de todas ha sido:

- El mundo según Garp, de John Irving.


Meses atrás, me leí "Una mujer díficil", y en la biblioteca donde trabajo empecé a leerme esta novela, del mismo autor y una de las primeras que escribió. En ella narra la vida de un escritor, llamado Garp, empezando por las circunstancias mismas de su nacimiento. Su madre, Jenny Fields, es una enfermera que decide quedarse embarazada sin tener relación, ni matrimonio ni pareja (en los EE.UU de los años 40). Garp crece con una madre que acaba siendo famosa por escribir un libro narrando como decidió tenerle, convertida en una heroína para la causa feminista. Ya adulto, Garp se convierte en escritor, y vive obsesionado con que le pase algo a sus dos hijos y a su esposa.


Es una historia cruel y muy dura en ocasiones (tuve pesadillas por culpa de uno de los capítulos), sobre el miedo a la muerte, al olvido y al sufrimiento ante la vida, aunque también hay lugar para la esperanza y la felicidad.



- Alta fidelidad, de Nick Hornby.

Rob Fleming es un tipo de unos treinta y seis años, al que acaba de abandonar su novia, y que regenta una tienda de discos de segunda mano. Confecciona listas sobre los cinco primeros puestos en discos, películas o ex-novias. En esta última lista no incluye a Laura, la chica que acaba de dejarle por su incapacidad para comprometerse o al menos, aclararse. Aunque él dice que ella no le ha roto el corazón, en realidad así ha sido, y poco a poco, Rob va dándose cuenta de la necesidad de un cambio.
Este libro, en pendientes en mi estantería desde hacía mucho, ha sido mi compañero de viaje por Granada, Jerez y Extremadura. A ratos divertido, muy cercano con el uso de un lenguaje directo, presenta un personaje algo excéntrico pero con el que todos los que estamos en ese momento de la vida nos identificamos con facilidad: el miedo a dejar definitivamente atrás la juventud, la hora de tomar decisiones serias sobre el futuro y tomar las riendas de la vida, y sobre todo, mirar al pasado con satisfacción y tranquilidad...

Por último, una recomendación de cine: Vicky, Cristina, Barcelona (y si podéis, mejor en versión original. Mira que no me gusta decir esto, pero es que la película doblada pierde toda la gracia).
p.d: ¡Woody! ¡Rueda otra vez en España, por favor! Vente a Extremadura a comer jamoncito y a rodar una peli sobre dos turistas americanos que se enamoran de una pasional escritora extremeña.



Hace ya un tiempo, vi en la tele un documental llamado "Cuatro maneras de acabar con el mundo". En él se proponían las cuatro catástrofes más probables de acabar con toda vida posible: un tsunami, un meteorito, una epidemia y, por último, la más irreal y extraña: un experimento científico, que logra que desaparezcamos todos en un agujero negro.


No me gusta creer en las coincidencias, aunque dicen que no existen, solo lo inevitable... Esta semana, el tsunami ha sido la gotera del cuarto de baño; el meteorito... los pequeños granizos que cayeron en Madrid anoche; la epidemia, la muela que me está fastidiando el sueño, el hambre y el humor...


Y, por supuesto, la locura del CERN y su búsqueda de la "Partícula de Dios"

Yo no digo nada...

p.d: Para tranquilizar a la población, S. Hawkings se ha apostado 100 dólares a que no funciona. Bueno, si falla y nos vamos todos por el agujero negro del universo, pues nadie le va a reclamar nada, ¿no?