Uf... Parece que de nuevo tengo problemas con Blogger: por un motivo que desconozco, no me deja crear nuevas entradas (y eso que hice limpieza).



A toda prisa, y, como siempre un poco tarde, mi reseña de libros:

- "La sombra del viento", de Carlos Ruíz Zafón:


Ya conocéis mi manía (esnobismo) con los bestsellers. Se trata de un prejuicio fundado en las muchas decepciones que me llevo con los "libros que debes leer" o "libro que todo el mundo te recomienda". El argumento de "La sombra del viento" (que no necesita presentación, a estas alturas), es de mis favoritos y sin duda, me hubiera gustado descubrirlo antes de que se formaran colas.
Es una novela de ambiente gótico, ambientada en los grises años de la dictadura. Daniel Sempere, hijo de librero, descubre de la mano de su padre el lugar llamado "El Cementerio de los Libros Olvidados". Allí encuentra un libro de un autor desconocido, Julián Carax. Investigando sobre la vida y las otras obras de este autor, Daniel se ve involucrado en una trama complicada de secretos de familia, mansiones abandonadas, y amores prohibidos... Trama que acaba convirtiéndose en su propia historia, porque la vida de Julián Carax es como un reflejo oscuro de las vivencias de Daniel.
Una novela entretenida y misteriosa, de la que destaco sobre todo la descripción del ambiente oscuro, las historias paralelas (como la de la mansión) y los personajes secundarios, algunos tan especiales como Fermín Romero de Torres.
- "Sauce ciego, mujer dormida", de Haruki Murakami:

En mi estantería me esperaba, durmiendo, esta colección de relatos de Murakami. En ellos, descubrimos el universo abstracto y extraño del autor de "Tokyo Blues" y "Kafka en la orilla".
Murakami empezó publicando este tipo de cuentos en diversas revistas y publicaciones. Luego, se atrevió con la novela, y ahora combina ambas vertientes según el período en el que se encuentre (una novela, y después dos o tres relatos).
Son cuentos, en su mayoría, donde la vida cotidiana se mezcla con hechos mágicos y misteriosos (como el cuento "El mono de Shinagawa", mi favorito), otros sobre hechos más corrientes ("Hanaley Bay") y otros inclasificables, como reflexiones del mundo en general ("El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo”), o críticas al mundo del arte o de la creación ("Conitos"). Hay un par que recomiendo su lectura en un momento de relax o con el estómago vacío ("El cangrejo" y "Nausea, 1979"). Muchos de estos relatos, como admite el autor, han dado pie a novelas ("La luciérnaga" es practicamente uno de los primeros capítulos de Tokyo Blues). Si aún estáis dudando en leer algo de este autor, candidato entre otros al premio Príncipe de Asturias, es una buena forma de acercaros a su obra.


11:22 a. m.




Ayer asistí a la actuación del grupo Yamato, venido de Japón. Armados con tambores de distintos tipos y clases (uno de ellos, hecho con madera de árbol de más de 400 años), pusieron ritmo a la fría noche de Agosto.
Para muestra, este video reportaje:
Estarán hasta mañana domingo, en el Patio del Conde Duque. Recomendado por mi parte.
p.d: Ah, y si sois frioleros... llevad una chaqueta.




NOTA IMPORTANTE: Este post contiene spoilers sobre la película. Que conste que he avisado.

Madrid (España)
10:55 a.m


El caso comienza con la desaparición de una agente del FBI en un pueblecito helado de Virginia. Las únicas pistas que la policía y el FBI tienen se deben a las visiones de un sacerdote, que cumple condena por varios delitos de pedofilia. Como nadie en el FBI parece saber mucho sobre visiones y videntes, deciden recurrir a Fox Mulder, quien anda "desaparecido" después de que le apartaran de los Expedientes X. Scully, por su parte, ejerce de doctora en un hospital católico, donde tiene que lidiar con curas conservadores para salvar la vida a un niño.

Al principio de la película, los agentes recurren a Scully, porque saben que ella conoce el paradero de Mulder. En menos de dos minutos, descubrimos que los del FBI, aparte de tontos, son cutres. Pues a Scully le basta con coger su coche, ir a una casa en el campo, entrar y allí está Mulder, sentado en un escritorio y rodeado de los recortes de periódico y el póster "I want to believe".

A medida que la trama se va desarrollando de la forma usual (viaje a Virginia, hablar con el cura, discusión entre Mulder y Scully sobre la posibilidad de que sea cierto o no...), descubrimos que estos dos viven juntos. En una escena, en la que yo estaba segura de que era un sueño, los vemos abrazados en una cama. Recordad que no he visto las dos últimas temporadas de Expediente X, mucho menos el final de la serie, así que había datos que desconocía. Por eso, sufrí un shock tremendo al encontrar a Scully y Mulder durmiendo juntitos, en plan cariñoso. ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Por qué me lo he perdido? ¿Y qué es eso de que perdieron a un hijo?

Por lo general, la película discurre lejos de las tramas de conspiraciones y ovnis, y se centra en el estilo que más fama le dio a la serie: los "monstruos" y las leyendas urbanas. Un capítulo más vistoso, más bonito y más largo que los que solíamos ver allá por el 98, y que casi podría ser una película lejos de la historia de los expedientes X.

Lo que más me gustó... Reencontrarme con uno de mis personajes de ficción favoritos: Mulder.