Me recordaron el viernes, ante un vaso de ron con coca-cola, que hacía tiempo que no actualizaba el blog. Y no porque haya dejado de leer, o de hacer mis "frikerías" varias... Es, simplemente, que leo blogs muy interesantes y, en comparación, el mío es bastante normal.
Estoy pensando que puedo hacer para cambiarlo un poco y darle más vidilla, pero mientras... me agarro a los clásicos:
Reseñas de libros: De Octubre hasta Enero.
He leído un poco de todo, pero básicamente, en inglés porque estoy tratando de mejorar mi nivel (lo necesito, además, si quiero encontrar un trabajo estable como camarera de 30 años en Estados Unidos). Destaco los siguientes, por ser los mejores, y porque no tardé en leerlos una eternidad porque me atraparon y no tenía que estar consultando diccionarios:
- "Los monstruos de Templeton", de Lauren Groff.
Willie Upton es una chica universitaria que se encuentra embarazada, expulsada de la universidad tras un escándalo con un profesor, y sola. Ante esta situación, regresa a su pueblo natal, Templeton, un lugar con tradiciones arraigadas. Ese mismo día, el monstruo que habitaba el lago aparece muerto, y los habitantes viven un verano ajetreado ante el descubrimiento de la existencia del mítico monstruo (parecido a Nessie). La protagonista se pregunta quién era su padre, y su madre, una exhippie conservadora y religiosa, le da solo una pista: tanto su padre como la madre de Willie pertenecen al linaje de la familia fundadora del pueblo. De este modo, intercalados entre los capítulos en los que Willie lidia con su embarazo, la investigación y la situación de ese verano caótico, vamos conociendo los personajes de una tragedia ocurrida casi 200 años antes, y sus efectos sobre la protagonista.
La gracia de la historia es que las partes dedicadas a la investigación están documentadas con fotografías, fragmentos de cartas, un árbol genealógico que crece (o cambia, según Willie va descubriendo cosas), y, mi capítulo favorito, la descripción detallada del monstruo que vivía en el lago y que ha sido un testigo involuntario de todo lo que ha ocurrido en aquel lugar. También me cae muy bien la amiga de Willie, que está muy enferma y que, en comparación con la atontada de Willi, tiene problemas reales.
- "Picnic en Hanging Rock", de Joan Lindsay.
En 1900, un grupo de escolares australianas van de excursión a un lugar conocido como Hanging Rock, el día de San Valentín. Durante la excursión, tres de esas chicas y una profesora desaparecen para siempre, y este hecho cambia las vidas de todas las personas que las conocían, e incluso de aquellas que solo conocieron a las chicas unos segundos, como Michael Fitzhubert, un joven que cae enamorado de Miranda, una de las chicas desaparecidas. Entre los muchos personajes que aparecen en la novela, el más curioso, por la degradación que va sufriendo, es la directora del colegio Appleyard.
El libro fue un superventas cuando se editó, en 1967, y fue adaptado por Peter Weir en una película muy interesante. La "polémica" del libro es que la autora nunca aclaró si lo que ocurría en el libro sucedió o no; sin embargo, yo, como lectora, me interesa poco ese aspecto. Si me interesa más la suerte que corren personajes tan desgraciados como Sara Waybourne o la señora Appleyard, o los aspectos más tenebrosos de la historia, como las coincidencias, los sueños visionarios y la sensación de que en ese paisaje de rocas en la misteriosa Australia, es un lugar en el todo se para y cambia.
Ahora reparto mi atención entre Breaking Dawn (el último libro de Crepúsculo, en inglés. Ya he dicho que estoy luchando para leerlo), y releer Cumbres Borrascosas, pues lo leí con 14 años y ahora siento la necesidad de refrescarlo y acordarme de los motivos que me llevaron a enamorarme y odiar a Heathcliff.