Digo, no... Al Cubo de la Alcazaba.





Si esto de los blogs hubiera aparecido en mis años de estudiante (donde me desahogaba en chats y páginas de Expediente X), hubiera podido contar en tiempo real lo que era la facultad de Biblioteconomía antes del traslado a la Alcazaba.



En esos años, el casco antiguo de Badajoz estaba tomado por la basura, las cacas de perros y los cascotes de los edificios que se caían literalmente encima del incauto paseante. Alguna iniciativa (como un mercadillo de antigüedades y fiestas patronales) se pusieron en marcha para revitalizar una zona olvidada. Badajoz tenía la mala pata de no ser ni capital europea de nada, ni siquiera de contar con la eficaz gestión alemana, japonesa, francesa o inglesa. En todos esos países, un barrio antiguo no se degrada así porque así; e incluso tras las guerras y hecatombes diversas han sido capaces de regenerarse.


Por otro lado, la facultad de Biblioteconomía malvivía con sus alumnos encajonados en unas escasas habitaciones "cedidas" por una residencia universitaria. Um... Que bien me sentaba a mi el olor a basura y a desagüe por las mañanas bien tempranito. Los alumnos reclamaban una facultad (a ser posible, y lo más lógico, en el campus universitario, con el resto de alumnos de la UNEX).



Pero entonces un grupo de cabezas bien pensantes decidieron unir: zona degradada + actividad estudiantil = casco histórico recuperado. Y por ese motivo, la nueva facultad de Biblioteconomía, Documentación y Comunicación audiovisual se ubicó en el interior de la muralla de la Alcazaba (ver fotografía superior), aprovechando el hospital militar abandonado y en ruinas. Además, estaba también la Biblioteca de Extremadura, en situación parecida a la facultad.


Hasta ahí, con sus más y sus menos, se puso en marcha el proyecto. Como el hospital militar era demasiado pequeño para dar cabida a todas las necesidades de la facultad y la biblioteca regional, se propuso la creación de un "cubo". A todo esto, los alumnos se sentían como piezas de ajedrez en un complicado juego, o más bien, como unos niños a los que había que mentir y convencer para que aceptaran sin aspavientos la medicina que se les pretendía dar ("que sí, que tendréis mucho espacio; que ya veréis que facultad más bonita; que no tendréis que estar subiendo y bajando de los autobuses todo el día...")



Yo fui de los alumnos que inauguramos las instalaciones en la alcazaba. Recuerdo esos primeros meses en los que se cortaba la luz, se inundaban las salas, no había cafetería... También, que las clases (solo tres aularios) tenían unas ingeniosas ventanas para que circulara el aire y así ahorrar en aire acondicionado (buena idea, sí) pero que permitía pasar todos los sonidos de todas las aulas. Quizá lo que pretendían era que los alumnos se sacaran todos los cursos a la vez, escuchando a tres profesores distintos por hora.



Después, inevitablemente, el roce hace el cariño. Las cosas empezaron a funcionar, los profesores y alumnos se acostumbraron al ruido. La cafetería que se abrió resultó ser un bonito lugar de reunión, y hasta la biblioteca empezó a ser frecuentada por la gente del barrio.



Y después de todo eso, los Amigos de Badajoz ganan la querella que interpusieron contra el "cubo" de la Alcazaba (es decir, el 90% de mi facultad), y el juez ordena su derribo, siete años después de su inauguración. No una reforma (como pintar el exterior del color "caqui" de los restos de la muralla), ni una solución intermedia que no suponga gastarse casi el triple de lo que costó edificar el cubo. No, directamente, a derribarlo.

Supongo que los Amigos de Badajoz, a quienes yo admiraba por su labor para intentar recuperar el casco antiguo, les gusta las cosas tal y como estaban, es decir: en ruinas. No sé si la culpa de esta decisión viene dada por el retraso de la administración en Extremadura (una comunidad muy aficionada a la burocracia lenta, en papel y a ser posible, con fotocopia triple); por la falta de delicadeza hacia los estudiantes; o por la pasividad de los políticos. Solo sé que, desde el punto de vista del estudiante de la facultad, supone dar tres pasos atrás.


Aquí os dejo una foto del famoso delito contra el paisaje que supone el "cubo" de la facultad, para que juzguéis vosotros. Por desgracia o casualidad*, no soy capaz de encontrar una foto de Badajoz antes de la construcción del cubo, para que se viera que antes de eso... solo había un trozo de muralla derribada y cascotes llenos de basuras.




* Sí, casualidad...


Más información en: El Hoy

2 Responses to "La solución al Cubo de Rubik..."

  1. Illuminatus Says:

    Esto lo que es es una demostración de paletismo. Así, tal cual. Y lo razono: 1) existe la necesidad de dotar de las infraestructuras necesarias al centro, ya que tiene que mantener una población flotante de estudiantes que se concentran en esa zona de la ciudad y aportan algo de vida; 2) el impacto social de estos centros repercute también positivamente sobre lo que les rodea, como es el resto del casco histórico, pudiendo hacer que se restaure y que empiece a alojar más centros de estudios o culturales; en Alcalá de Henares, que no deja de ser un poblacho que hasta hace diez años largos se basaba en las industrias locales, la Universidad posee y gestiona un buen número de edificios históricos y les saca partido (otra cosa es con qué éxito y rendimiento), lo que ha hecho que la ciudad vaya ganando un componente de ciudad estudiantil y no suburbio industrial de Madrid en el corredor del Henares (¿se capta la diferencia peyorativa implícita entre ambas clasificaciones?); 3) la forma geométrica pura puede que no se integre perfectamente con el casco histórico pero no es agresiva y no es tampoco un pastiche horrendo como muchos hay en el mundillo de la arquitectura.

  2. Roskat Says:

    Temía yo que esto se llenara de los amigos de badajoz para defender el derribo del cubo, pero me alegro de ver opiniones objetivas, vistas desde fuera.

    Te doy la razón: el que ahora se decida, por orden judicial, el derribo del cubo (no en el momento de su construcción, cuando todavía se podía hacer algo), siete años después de su inauguración, es una muestra de auténtico paletismo.

    Animo a que pongáis esos "crímenes" contra el paisaje artístico, a ver si encontráis ejemplos interesantes (y si lo solucionaron, pues mejor que mejor).

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